viernes, 13 de septiembre de 2013

AVIACIÓN AGROFORESTAL – 006

Anteriormente, en 005, hemos visto lo que era el traslado al incendio, ahora veremos algo más.

El Piloto, realmente, solo tiene dos cometidos, trasladar al equipo humano, hasta el lugar donde empezarán su labor de extinción y acarrear agua hasta el incendio y descargarla en él.

Pues sí, en síntesis, es solo esto, pero para llevar a cabo su misión, debe tener en cuenta, una serie de parámetros, que no se ven, por ejemplo, para velar por la seguridad del personal que ha trasladado, debe observar muchos factores que influirán enormemente, en ellos, cuando se encuentran dentro del incendio y no tienen una visión global, de lo que sucede a su alrededor, el piloto baraja muchos parámetros que son seguridad para los hombres del suelo, porque no siempre hay volando, un Coordinador de Medios Aéreos o un Asesor al Jefe de Extinción que pueda avisar de algún peligro que amenace la seguridad de este personal, que anda revuelto con la maleza ardiente.

Son datos que invadirán la mente del piloto, pero no su tiempo y que influirán en todas las decisiones, que deba tomar, además de que deberán cambiar continuamente alterando la situación. Y algo muy importante, no habrá espacio para el error.

Vamos a ver muy sucintamente, los datos que tiene en cuenta un Piloto Agroforestal en la labor de extinción de incendios forestales.

Ya sé que todos sabéis esto que viene, pero el manual lo hice para los que aun no conocían este trabajo y también para las personas que siguen con interés y curiosidad, nuestro quehacer. Repasando en un pasado casi presente, he sentido, que en ocasiones me había faltado algo, que aún no sabía y como no sé, qué es lo que no sé, pues me he quedado sin saberlo, a lo mejor he dejado ahí, quién sabe, que os pueda servir. Siempre hay algo que aprender y de quien aprender, aunque sea un lego.

El que sobrevive, puede convertirse en Abad, o no, pero el que se va, se queda en, “pobrecillo, que mala suerte tuvo”

 

Viento

(Dirección y velocidad)

-Cabeza:

La cabeza es el frente del incendio y normalmente la encontraremos siempre a sotavento y su dirección de avance es la del viento.

Aunque si es una ladera y no hay viento, la cabeza, estará en la parte alta, pues el fuego avanzará subiendo la pendiente.

-Hacia donde se dirige y qué amenaza:

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Debe observarse, qué es lo que hay en la dirección de su teórico avance, lo más importante son, las zonas habitadas, casas aisladas (en ocasiones casi no se ven por lo denso del arbolado) urbanizaciones, reuniones de personal en romerías o fiestas populares, zonas industriales, donde puede haber almacenados productos inflamables, tóxicos, carreteras con gasolineras, grandes o importantes zonas forestales etc.

-Velocidad de propagación:

Por el viento, fuerte o flojo, variable o fijo en dirección; el combustible, muerto, pasto, arbustivo, arbolado, tipo de arbolado, vegetación en diferentes estratos, suelo limpio o poblado de maleza; la orografía, una ladera con vegetación puede entorpecer todo y disparar el avance, sobre todo si hay viento. Por tanto, prever cuál va a ser este avance y en el tiempo que estemos sobrevolando, podremos constatar la realidad de nuestras apreciaciones.

-Combustible que tendrá a su paso:

El tipo de vegetación que encontrará, incide como hemos visto en la velocidad de propagación, todo ello nos dará una idea de qué es lo que va a suceder cuando llegue a estas distintas zonas de vegetación y dónde podemos incidir mejor para atajarle.

-Posibles zonas de frenada del avance:

Zonas rocosas, vegetación muy diseminada y discontinua, cortafuegos, terrenos labrados o agrícolas sin cultivar, ríos pantanos, etc. Todo esto, se convertirá en un buen aliado que nos puede dar un respiro en el combate al incendio.

Una vez se tiene adoptada una primera estrategia de ataque y de acuerdo con ella, se procede a la búsqueda de un lugar adecuado para dejar al personal, se tendrán en cuenta varios factores para esta elección:

-Lugar físico de bajada:

Lógicamente y en un vistazo general, se localizará un primer lugar cerca del fuego, para acceder rápidamente a él y al lugar deseado, pero a la vez, también un lugar donde el personal encuentre un escape en caso de emergencia, no se puede dejar al personal en una trampa, en ocasiones, el técnico que se lleva a bordo, descubriréis que está falto de experiencia, hacedle ver el peligro que entraña dejarlo en según qué lugar.

De todas formas, aunque al personal hay que intentar dejarlo, lo más cerca posible, del lugar donde vaya a actuar, nunca, por ello, hay que sacrificar un ápice de seguridad.

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Si no se puede dejar al personal a pie de fuego, no pasa nada, se deja en el lugar más cercano que se pueda, no sería el primer accidente que sucede por intentar bajar en un lugar conflictivo. Esto es, no solo una pérdida de tiempo, sino la pérdida de un medio de actuación, y el problema será más grave que si la toma hubiese sido realizada a quinientos metros del incendio y hubiesen ido a recoger al retén con uno de los dieciocho o veinte coches que hay alrededor del fuego. Las prisas no son nunca buenas consejeras. Pero esto ya lo iremos viendo. Es muy difícil decir que no, pero si está bien fundamentado en nuestros conocimientos y posibilidades, es mejor que un sí.

-Dirección exacta del viento:

El siguiente paso, es saber exactamente de donde viene el viento y ver si es factible una aproximación al lugar elegido en un primer momento. Puede suceder que el mejor lugar no sea idóneo, pero tal vez un lugar cercano al elegido, incluso menos diáfano nos pueda servir por la dirección e intensidad del viento reinante, El viento, puede estar afectado por la arboleda o alguna ladera cercana y sorprendernos con que el reinante en la zona elegida para el aterrizaje, no es el mismo que hemos observado en el humo, la dirección del viento, normalmente es variable alrededor del incendio, influenciado por los vórtices que se generan y su indicación no es fiable para una toma de tierra.

-Tipo de superficie:

Lisa, esta es la superficie ideal, pero hay que observar muy bien, ya que puede ser irregular, tener surcos, estar un poco inclinada, tal vez pedregosa, con maleza, arbustos, si llevamos depósito ventral, pueden dañar las compuertas de descarga, y si lo que se lleva es un helibalde, es posible que no pueda colocarse en el gancho, puede ser recién labrada o simplemente que su tierra produzca cantidad de polvo, plásticos abandonados en el suelo, no hace falta que sean muchos, un solo saco o bolsa en nuestro rotor, nos va a crear problemas, vallas que casi no se ven, palos sueltos, cañas que pueden dar en el rotor de cola o dañar la superficie del helicóptero, cultivos, animales sueltos (muy peligrosos). Todo esto y más, se puede encontrar en una superficie lisa y aparentemente, buena para aterrizar.

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-Cables y obstáculos:

En el supuesto de que se ha encontrado el lugar adecuado para bajar, hay que estar seguro de que no hay obstáculos que dificulten la entrada y salida. Los cables, hay que buscarlos, en muchas ocasiones no se ven, buscar los posibles postes, puede suceder que no haya postes o cables altos, pero sí puede haberlos con postes de madera u hormigón, camuflados en la vegetación, también los hay mimetizados en colores verde, marrón, etc. por aquello del impacto medioambiental. Atención a los cables, no solo hay que tener atención a los que están en nuestro camino al suelo, hay que tener en cuenta los que estén en la zona de influencia de nuestras maniobras de aproximación, aterrizaje y las posibles salidas en una maniobra frustrada. Capítulo aparte, son también las antenas repetidoras, me atrevería a decir, tal vez más peligrosas que los cables (está de moda mimetizarlas con el terreno). También hay que considerar los obstáculos naturales, como las paredes que pueden estar frente a nuestro morro cuando bajamos al suelo, incluso los mismos árboles.

-Acceso a la superficie:

Una vez se tiene muy claro y sin duda alguna, cual es el lugar en el que vamos a dejar al personal, se procederá a una aproximación lo más amplia posible, para hacer un último rastreo de cualquier cosa que hubiese podido pasar inadvertida con anterioridad y que pudiera comprometer la maniobra, si se presenta la más mínima duda, se abortará la maniobra y se volverá a repetir desde el principio o desde el punto donde ha surgido la duda.

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-Posible salida en caso de frustrar la entrada:

Este punto es uno de los que más claro tiene que estar, si se aborta, tiene que haber prevista una salida posible en cualquier fase de la maniobra de aproximación, quedarse encerrado, por aquello de que “hombre no va a darse la mala suerte de…”, prevenir es fácil, improvisar es, en el mejor de los casos un accidente.

Parece que en todo este elaborado programa, hemos desperdiciado mucho tiempo, pues sí, cuatro minutos a lo sumo, pero si nos equivocamos…..

Hay que hacer una observación al aterrizaje cerca del incendio, mientras está bajando el personal, puede saltar una pavesa y salir ardiendo el pasto donde nos hayamos posado, así que tampoco hay que bajar tan cerca.

-Puntos de Agua:

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Cargar el agua en un pantano, charca u lo que sea, pues no es ni más ni menos que mantener un estacionario durante 70 u 80 segundos si se trata de un Depósito Ventral y unos segundos con un Helibalde, al que tendremos que dar tratamiento de carga externa y nada más, la descarga, oportuna y certera, de esta agua, en el lugar y altura deseado, es un simple problema de práctica, luego las otras cosas (dónde, cómo, por qué, etc.) que se unen a estas bases, vamos a aprenderlas una vez sepamos volar y esto se supone que ya se sabe.

En el apartado de equipos externos para helicópteros, ya vemos las circunstancias particulares que inciden en la carga, descarga y transporte del agua.

Cuando encontremos el agua, bien sea porque nos hayan provisto de un listado en la misma base o bien porque lo tengamos elaborado de otros años por nosotros mismos u otros compañeros o bien porque llevamos a bordo la “Guía Repsol Aviation” de la zona o simplemente porque hemos tenido mucha suerte y hemos tropezado con ella, debemos tomar buena nota del lugar exacto, bien sea vía GPS o por retener en nuestra mente, accidentes naturales del terreno que nos indiquen claramente el lugar para las próximas cargas, no sería el primer caso, ni la primera vez en que, después de haber cargado, no se encuentra el agua a la vuelta, no olvidéis, cuando se dice que algo puede suceder, es que ya ha sucedido.

Ya tenemos el agua y ahora se supone que de acuerdo con el técnico o capataz, iremos apoyando a los combatientes que están en tierra. Nunca olvidéis, que una gota de agua de cómo mínimo 1.000 kg. Lanzado a más de 200 km/hora puede matar a una persona, 6.000 litros de agua a 200 km/hora, son capaces de destruir un muro.

-Laderas:

Una descarga en una ladera, por encima del personal, puede despeñarles, bien directamente o simplemente porque la avenida del agua arrastre el suelo y a ellos monte abajo. Nunca descargar el agua por la parte alta de una pared si el retén está en ella, nunca descargar directamente sobre el personal, siempre delante de ellos o donde veamos que puede favorecerles para el avance o simplemente para mantener la distancia del fuego con ellos.

-Vegetación:

La vegetación puede presentarse de muchos tipos y de infinidad de maneras, puede ser tan espesa, que no podamos ver ni las llamas del suelo, solo tendremos un indicio del fuego por el humo que salga por encima de las copas o los arbustos y matorrales, puede haber zonas de árboles muertos, una descarga en este lugar provocará la caída de grandes troncos al suelo, atención, porque estos troncos pueden caer encima del personal, si en un momento dado, cuando vamos a soltar el agua, descubrimos a alguien que no habíamos visto en la zona prevista de impacto, se debe abortar la descarga y si fuera imposible por algún obstáculo, que no podemos sobrevolar con el peso que llevamos, atrasaremos o adelantaremos la apertura lo justo para no darle.

Mientras se está en la labor de extinción, hay que estar pendiente de cualquier cambio de viento o indicio de él, focos secundarios, pavesas volando, etc., siempre observar que la posible zona de escape del personal se mantiene libre y en caso de la más mínima duda, avisarles y acudid con el agua a cualquier foco secundario que pueda amenazar la seguridad de esta zona de salida. Cubrirles la espalda, rodeados de maleza, a ellos, en la mayoría de ocasiones, les es imposible ver nada.

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Algo que tampoco debe pasar desapercibido es, si hay personal, no combatiente, en la zona del incendio, personas aisladas, que incluso puede que no hayan advertido que hay un incendio cerca, también, coches, motos o cualquier vehículo que se mueva por la zona, puede ser incluso, quien ha provocado el incendio.

Vuestra labor es la lucha contra el incendio, pero es bueno observar todo lo que sucede alrededor.

Bueno, otro día, más, …el aviador

PD. Quisiera dedicar algo de espacio a hablar de la querida Galicia, pero no sirve de nada, vaya pues, mi cariño y siento que la edad, me impida estar entre vosotros, en esta asquerosa lucha contra los incendios forestales, recuerdos a Castromaior y a Xures, seguís estando en mis recuerdos presentes. Ignacio

viernes, 6 de septiembre de 2013

GRACIAS

GRACIAS

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Hemos alcanzado los

5.000

Podemos decir que es una buena cifra, por el tiempo que llevamos en la red.

Es algo que han logrado, los seguidores, los que han transmitido y los curiosos, que de una forma inopinada han tropezado con el blog y lo han difundido.

Tengo que agradecerles los comentarios a mis amigos, tanto a los que lo han hecho a través del apartado del blog, como a los que me los han transmitido a través de e.mail, he podido tomar, un poco más, el pulso a los aviadores y a los técnicos de los INFO, gracias pues a todos, y por qué no, claro que seguiremos,

….el Aviador