lunes, 13 de mayo de 2013

NOSTALGIA

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Cuando aprendimos a volar, recibimos una ración de disciplina que nos ayudó para afrontar un mundo duro, el temple era una parte muy importante de la formación y tú Jaime, fuiste el responsable en nuestra particular fragua. No fuiste profesor directo mío, sin embargo, siempre he tenido presente tu enseñanza, tu conducta, ha sido un ejemplo a seguir en el camino.

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En este vuelo tuyo, estaba deseando estar ahí y ahí estuve, bajé por la ladera Norte, tirando con fuerza de los sandows, saliste, subiste y yo con mis ilusiones también ascendí. Incluso sentí el frío que allá arriba, se debía sentir.

Aun hoy, te veo, recibiéndonos en la Escuela. Espero que cuando haga mi último vuelo, me encuentre contigo y junto a todos los que me han precedido, podamos contemplar las hermosas tormentas que acaecían en las noches de Somosierra, que con la luz de sus rayos, convertían, en estremecedor día. (Probablemente, preludio y reflejo, de algunos, futuros e impensados vuelos)

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Jaime Tauler Gelabert

En esta escuela y bajo el amparo de la Señora de Loreto y con tu ayuda, aprendimos a ser Aviadores.

“Haciendo equilibrios, con el airecillo de cara, sentado, amarrado al asiento, en la cabeza, el casco o chichonera, con la palanca en la mano, aguantando, con las alas niveladas, a la “guitarra”, que así la llaman por la cantidad de cables que tiene. Era toda una proeza, mantenerse estable, mientras tanto, el vello de punta o la carne de gallina, como se prefiera, los olores se mezclaban con todo lo que no se olvidaría jamás, incluidas las boñigas de las vacas que sembraban todo el campo.

Así pasaban los días, tenían asignaturas muy interesante, talleres y también, la disciplina.”

*Fragmento de “A bordo de un Almendro”

Ignacio Ribas

2 comentarios:

  1. Yo no lo hubiese hecho mejor; por eso te dejé que con tu magnífica pluma, le dedicaras un gran recuerdo al amigo Jaime.
    Como sabes él vivía en Murcia. Coincidíamos muchas veces y en la mayoría de las ocasiones nos sentábamos y tomábamos alguna cosilla que con el paso de los años se fué transformando en leche semidesnatada con café descafeinado; más tarde la leche fué siendo desnatada sin café y sin azúcar. Le he ido viendo como poco a poco se iba consumiendo. Me decía: Paco, soy rico; tengo de todo: azúcar, colesterol, ácido úrico...La mente siempre lúcida.
    Le encantaba ir a Los Martínez del Puerto, donde el aero-club y, en un par de ocasiones subió primero en un Bergfalke y después en un Blanick.Los viajes se fueron dilatando porque su esposa -Mari Sol-, no debía quedarse sola. Poco a poco sus salidas -incluso a la calle- fueron acortándose. En alguna ocasión venía a casa a ver algúna película o documental sobre nuestra gran pasión: EL VUELO. Decía en más de una ocasión:..."pasa una cosa Paco, el vuelo sin motor ha nutrido mi economía pero, además me hace vivir porque es lo más hermoso del mundo.
    Me imagino a su espíritu volando en Somosierra. Creo que el Señor le colmará de felicidad en ese Cielo que a todos los que amamos el vuelo, le ha dado a él.
    ¡HASTA SIEMPRE JAIME!

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  2. Pues sí Paco, estos Caballeros, dejaron un buen poso, gracias

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