He hablado hasta la saciedad, de los riesgos que subyacen detrás de esta especialidad, pero sigo viendo un accidente detrás de otro y parece que esto no tiene visos de terminar, por supuesto, soy consciente, de que hay un factor de riesgo inherente, que no puede erradicarse, pero a los que hago alusión, es a los que subyacen detrás de las incompetencias, ignorancias, etc.
Reconozco, que por un momento, me ha asaltado la tentación de variar el primario objetivo de todo esto, la buena práctica y pasar a la teorización, que parece, solo parece, dar más lustre, a lo que uno diga, teorizar, es no estar en la realidad y la gente se mata en y por la práctica, no nos rasguemos las vestiduras, todos sabemos las teorías de los fluidos que circulan por nuestros aerodinámicos aerodinos y que hacen que nos mantengamos en el aire, pero la práctica, la buena práctica, es la que hace que mantengamos este equilibrio que nos separa del desastre. El p… bulón que no tenía que romperse (en teoría) porque estaba calculado para x horas y se rompe antes.
No hace falta que venga nadie a decirnos que estamos cansados, nuestro cuerpo lo avisa, que estamos entrando en una situación de vuelo critica, el ligero temblor de nuestra máquina lo avisa, la teoría nos indica que no puede variarse ni modificarse la trayectoria de un vuelo sin los timones, alerones, etc., ya eso, lo sabemos desde que, Robert Charles A. Esnault – Peltier, en 1907, puso superficies movibles con bisagras, para variar la inclinación de los aviones; pero olvidarse una pinza puesta en un timón o alerón y despegar, es un problema práctico. Conocer la teoría, siempre, sin lugar a dudas, pero, teorizar, en demasía, es no estar en el mundo real.
Creo que pecamos demasiado de querer dar a nuestras historias un lustre de conocimientos superiores y creo que no es necesario, cuando me dirijo a pilotos, se supone que ya saben lo mismo que yo, o más, hablo partiendo de un conocimiento mutuo, supuesto, ya que las materias que estudiamos para tener el título, se supone son las mismas, no así, las experiencias prácticas, esta es la razón por la que doy tanta importancia a la transmisión de los conocimientos y experiencias de la práctica.
“La manera de sacar partido, cuando uno está en el aire, de las irregularidades del viento, no se aprende más que estando allí”
Otto Lilienthal - El más grande de los Maestros
A pesar de los intensos trabajos de planificación que las administraciones y empresas del ramo llevan a cabo, aun habiendo realizado una perfecta planificación, surgirán problemas tan tontos como los que siguen, que nos complicarán la vida en nuestra actuación frente a los incendios y que crearán situaciones tensas, muy tensas, porque estamos hablando de momentos de locura, en los que nuestra mente, tiene que estar lo suficientemente fría, como para que parezca, que no estamos inmersos en una locura colectiva. Son situaciones y todos lo sabemos, de anormalidad, en la que una y otra vez, actuamos con normalidad, a pesar de todos los obstáculos creados por nosotros mismos.
Rozar los límites, las fronteras de la seguridad, es algo muy grave, que puede derivar en un problema para la seguridad, tanto de los pilotos, como de las brigadas o retenes que transportan, amén de las deficiencias que puedan presentarse en la misión específica que nos ocupa, apagar incendios forestales.
En ocasiones, parece que no hay conciencia de los riesgos añadidos, que los vuelos contraincendios conllevan.
Todas las situaciones que se citan a continuación, son altamente estresantes para una tripulación aérea, por motivos obvios. Por tanto, también generadoras de riesgo.
Lo que indudablemente, se pretende, es mejorar el servicio, por ello debemos ser críticos ahora y en el futuro, lo que nos llevará, sin duda, a ello, ahora podemos iniciar la mejora o por lo menos, intentarlo, para hacer nuestra misión, más llevadera, menos incómoda, más efectiva y sobretodo, más segura.
Aunque pequeños, son muchos los puntos que molestan y ocasionan roces, en estos perfectamente elaborados Planes INFO, iremos viéndolos, es como la viruela, no es muy importante, pero sus señales, pueden dejarnos marcados para toda la vida.
¡¡ vamos a intentar vacunarnos!!
A ponerse las pilas, seguro que oiremos el parche …
“Ha llovido mucho, mucho pasto”
Ambrosio - Harley, tienes razón, merece la pena continuar, ¡¡ viva los moteros !!
El aviador… claro que continuaremos, faltaría más
Me alegro por los que te seguimos y te doy las gracias.
ResponderEliminarSÉ que dices siempre lo que uno tiene que oir y no lo que quiere oir, pero esta vez se han unido los dos, un abrazo
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